...técnica relativamente nueva: el coaching.
¿Qué es el Coaching?
Es una disciplina que, por medio de preguntas potentes, una serie de dinámicas y la intuición del profesional, llevan a la persona a verse, sentirse y actuar desde sus valores más auténticos permitiendo que consiga todo lo que se proponga, lo que sueña, lo que siempre ha querido.
Es algo precioso. Es una alternativa y un aire fresco para la psicología actual.
¿Es efectivo por sí solo?
El coaching es efectivo por sí solo cuando partimos de la 'normalidad', cuando la persona tiene estabilidad psicológica.
Frente a una patología, a día de hoy, no lo tengo tan claro, pienso que es más efectivo combinarlos. Sería interesante investigar en esta línea.
¿Cuándo y por qué empezaste a introducir el coaching en tus terapias?
Entre las personas que llegaban a la consulta, había muchas que demandaban mejorar su vida sólo en algún aspecto y que, al hacer la evaluación del caso, su perfil no coincidía con ninguna 'patología' de las que te escribe el D.S.M. (el breviario que tenemos para diagnosticar).
Por entonces, ya había oído hablar del coaching, sentía que iba conmigo y, más aún, con estas personas que a veces consultaban y con las que sentía que me faltaban recursos para ayudar.
Empecé a formarme en Coaching Co-activo y, desde el principio, me atrapó la facilidad con que llegaba a mí y lo que me estaba descubriendo a mí misma.
Si ese efecto lo consiguió en mí, ¿por qué no lo podría conseguir en muchas de las personas que venían a consulta por un problema de menor gravedad?
Y, al llevarlo a la psicología, a la patología, ¿cómo podría combinarse para que potenciase también a los pacientes?
Estoy contenta con los resultados, y lo aplico desde entonces. Sería una especie de “terapia multiorientación”.
¿A qué llamas terapia multiorientación?
A un tipo de terapia que no es únicamente cognitivo-conductual, que es la principal en la que nos formamos en la facultad; sino una combinación de técnicas y filosofías de otras corrientes (coaching, gestalt, sistémica, análisis transaccional, pnl, eneagrama, hipnosis clínica...).
Me he ido formando en ellas por curiosidad y me ha dado una visión más completa del ser humano y de las distintas formas que se han empleado para abordarlo. Pienso que conocer diferentes orientaciones nos puede enriquecer como profesionales.
Además, el coaching es lo que es, una mezcla de técnicas de diferentes corrientes psicológicas.
Hablas de “patología”, DSM, pacientes, y, por otro lado, de “normalidad”, casos de menor gravedad, clientes, ¿existe realmente esta división?
Existe y no existe, desde mi punto de vista.
Creo firmemente que el ser humano -cada uno de nosotros- somos sabios, incluso cuando enfermamos. Me parece básico que esta división esté presente en la cabeza de los profesionales a la hora de diseñar cómo guiar el tratamiento para cada persona, si necesita terapia u otra disciplina de crecimiento personal.
Por otro lado, siento que es más básico, aún, ver a todas las personas que acuden a nosotros como lo que son: completas, creativas y llenas de recursos. Si han sido capaces de desarrollar una patología, un conflicto para defenderse, son capaces de coger una alternativa, de resolverse a sí mismos, de ser lo que quieran ser.
¿Es necesario que un coach sea psicólogo?
Considero que no. He encontrado a algunos coach que realizan un trabajo envidiable, frente a compañeros míos de profesión.
Desde mi punto de vista, uno de los principales puntos que marcan la diferencia en la calidad de un profesional de la salud psicológica, es la inversión en su crecimiento personal, ya sea por medio de terapia, de coaching o de otros recursos. Estoy convencida que a la mayoría nos apetecería sentarnos al otro lado, otra cosa es que nos atrevamos a admitirlo o no.
De todas formas, ya que el conocimiento del ser humano es mayor teniendo la licenciatura, a priori, sería mejor por lo que se puede aportar, pero no necesariamente, hay muchos factores.
¿En qué tipo de pacientes puede ser beneficioso el coaching como terapia?
Tal vez, más que el tipo de terapia es el momento de la terapia: cuando tras algunas sesiones se haya asentado, digerido, sanado, momentos clave del pasado de esa persona y, la persona, va respondiendo y empezando a hacer cambios en sus relaciones y su vida. Es en esa parte.
Y la filosofía del coaching, a lo largo de todo el tratamiento.
¿Cuál es la función del coach? ¿Qué objetivos definirían a un coach?
Es una persona que ha desarrollado los músculos de la intuición, la curiosidad, escucha activa, y está en su ser, presente al 100% en la sesión.
Un coach es positivo, imparcial, alentador, quiere lo mejor para el cliente, escucha cuales son sus sueños, cree en sus posibilidades y le asegura que puede conseguir lo que se proponga, le plantea preguntas para ayudarle a valorar -de forma realista y constructiva- en que posición se encuentra el cliente, cuál es su punto de partida y que ha conseguido hasta ahora. Analiza junto al cliente todas las opciones de forma creativa: de que manera puede alcanzar su objetivo.
Lo invita a elegir la opción más estimulante: qué idea le gusta más. Le ayuda a elegir y planificar meticulosamente el mejor camino: que va a hacer exactamente y cuando. Lo invita a centrarse y a seguir su plan de acción: el hecho de aplazar las cosas no le ayuda a conseguir su objetivo.
Comprueba sus progresos: hasta donde ha llegado de momento. Reconoce todos los logros alcanzados por el camino: lo anima, lo felicita. Y celebra los éxitos con el cliente : le confirma que es el mejor.
¿Qué es lo que propone la terapia Coaching?
Una forma de llevarse puesto el aprendizaje al salir de la sesión para poder traducirlo en cambios reales, para que la respuesta a ¿quién quiero ser realmente en mi vida? sea la que la persona siente, de verdad, desde su yo más auténtico.
Fuente de la entrevista